Hola, hola, hola !
Quienes siguen una a una las historias y capítulos de mi vida, recordarán que en el pasado episodio de esta temporada, les conte que me llegó el agua al cuello, las deudas y la depresión me estaban matando poco a poco...
Recuerdan que hubo una gota que derramó el vaso y me llevó a tomar una firme desición.
Luego de haberme tomado quizás 2 ó 3 caguamas, fui a mi viejo ropero y busque mis documentos...
Acta de nacimiento, curp, credencial de elector, cartilla militar, comprobantes de domicilio, Etc.
Los puse en una carpeta y al día siguiente fui a la ciudad a investigar a una oficina de enlace para trabajar en las ferias en los Estados Unidos sobre la posibilidad de que yo pudiera ser elegido...
Me dijeron que llenara una solicitud con todos mis datos, que les dejara copia de mis documentos y que necesitaban copia de mi pasaporte.
Les deje todo excepto el pasaporte porque estaba vencido y viaje al otro día a la ciudad de Xalapa para tramitarlo.
Fue fácil y rápido.
Una vez que entregue toda mi documentación, me dijero que tenía que asistir a unas reuniones cada viernes para informarme bien sobre lo que debía hacer para tener mayores posibilidades de ser elegido por alguna compañía en base a mis conocimientos.
Fui a todas las juntas y no miraba nada claro.
Así que decidí buscar a un recomendador para que de manera mas directa le hablara de mi al encargado d ela oficina de enlace y hubiese más posibilidades de ser enviado en algún grupo de trabajo hacia los Estados Unidos a la brevedad posible.
Funcionó y a los pocos días me dijeron que fuera a una reunión importante y definitiva.
Fui y ahí mismo me hicieron algunas preguntas y me dijeron que gracias a que yo hablaba algo de Ingles, tenia yo una oportunidad disponible para salir a los 3 días...
Me puse muy contento, muy feliz y verdaderamente con Dios por esta enorme oportunidad que se me estaba presentando...
Tome mi vieja motoneta y regrese a casa muy emocionado para darle a mi esposa la noticia !
Empezamos desde ese momento a preparar el equipaje ya conseguir dinero (sí, otra vez) para los pagos necesarios como era el transporte desde Tlapacoyan hasta la frontera (Nuevo Laredo Tmps.) y los pagos para la solicitud de la visa, comidas en el camino, bebidas, Etc.
Me fue muy difícil conseguir el dinero, pero lo hice.
Llegó el día de la despedida, fue muy triste...
Saber que dejaría a mis hijos, a mi esposa, a mi madre, a mis familiares y hasta mi perro por no se cuanto tiempo, me hizo derramar algunas lágrimas. Sin embargo, el hecho de saber que finalmente estaba ante mi la posibilidad de poder pagar todas mis deudas, me devolvía por momentos la alegría.
Puse mi maleta en la parte de atrás de mi motoneta, la asegure con una vieja reata, agite mi mano al viento y con lagrimas en los ojos otra vez, me despedi de mi familia.
Siento pena al decirlo, pero siempre he sido sincero y les confieso que iba llorando. Por algunos tramos de la carretera no podía ver bien porque mis ojos estaban cubiertos de llanto. Eran tantos sentimientos encontrados, iba orando pidiendole a Dios que me dieran la Visa de trabajo para poder cruzar hacia el otro lado. Iba pensando en mis hijos, en mi familia y en mis deudas...
Era grande mi tristeza, y mi esperanza !
Llegue a la ciudad, hice los pagos y me dispuse a esperar el autobus que nos llevaria a la frontera.
A las 6 de la tarde llegó...
Nos fueron llamando por nuestros nombres y compañías a la que íbamos a trabajar si nos daban la visa y uno a uno fuimos subiendo. Había abajo en la banqueta tantas caras tristes, mujeres y niños llorando y yo tambien estaba llorando aunque mi familia no estaba ahí sentía lo mismo... Un nudo en la garganta y la incertidumbre de un mañana.
Por fin el autobús empezó el viaje...
Horas y horas de interminable angustia, de miedo, alegría, ilusión y esperanza...
Muchas horas despues -no recuerdo cuántas-, llegamos a un hotel de Nuevo Laredo Tamaulipas.
Bajamos nuestro equipaje y nos dijeron que fueramos a pagar nuestras habitaciones.
Formamos un grupo de tres y nos repartimos el costo para no gastar tanto. Lo mismo hicimos incluso para comer, nos cooperamos y de esa manera era menor el costo de nuestra comida.
Al siguiente día, nos llevaron al consulado para iniciar los trámites reglamentarios, tomarnos huellas, fotos, Etc.
Al siguiente día, fuimos a la embajada para tramitar nuestra Visa.
Fueron días, horas y minutos de cruel incertidumbre, porque yo ya había intentado un año atrás conseguir una visa de trabajo para las ferias y me la habían negado porque estuve en Canadá como ilegal según sus registros.
Y aunque no fue así, yo respete la decisión de las autoridades migratorias y espere un año para volver a intentarlo.
Y aquí estaba yo de nuevo, insistiendo por esa gran oportunidad...
Llegó el día de mayor tensión, el momento clave, el momento de la verdad !
Llegó el día de la cita cara a cara con los Agentes de Inmigración.
Todos teníamos mucho miedo, la incertidumbre nos estaba consumiendo.
Eran momentos cruciales y decisivos que iban a marcar un antes y un despues, un aqui y un mañana, un sí o un no.
Nos formamos en largas filas y poco a poco íbamos avanzando sentados en las sillas de la enorme sala de la embajada americana en Nuevo Laredo. No podíamos concentrarnos en nada, aunque nos habían dado algunos consejos y respuestas a posibles preguntas.
Nada nos aseguraba nada. Yo empece a orar, no se que hacían los demás...
Estábamos ahí a merced de las autoridades migratorias, ellos y sólo ellos tenían la última palabra...
YO SEGUIA ORANDO... Pidiendole a Dios y a todos los Santos que me dieran esta oportunidad que tanto necesitaba.
Su respuesta fuera un SI o un rotundo NO, iba a depender de factores como nuestro historial en su sistema, las respuestas que habíamos dado a las preguntas de los formularios, nuestras huellas, nuestra foto y todo...
Luego de un par de horas, fue mi turno !
Trate de ocultar mis nervios, mi miedo, me agache y me persigne...
Avance despacio hacia la ventanilla que me indicaba el número de mi turno y me pare frente a un señor americano de aproximadamente 50 años que no se miraba nada amigable, muy serio y de mirada penetrante.
Me preguntó mi nombre y empezó a revisar la pantalla de su computadora, me adelante y le dije que yo había estado antes en Canadá y le entregue unos papeles que llevaba conmigo como pruebas de mi estancia en aquel país. Me los recibió, los miró por unos minutos, fue a hablar con otras personas en la parte de atrás y esos minutos para mi eran días de eterna espera...
Me costaba tanto ocultar mis nervios, mi miedo a un no (otra vez), pero aún así trate conservar la calma.
El señor regresó, se me quedó viendo y me dijo: Por haber sido sincero y en base a su limpio historial, SU VISA HA SIDO APROVADA !
Creo que al final pude respirar y le dije; Muchas gracias mientras mis ojos empezaban a llenarse de lágrimas como ahora mismo está pasando otra vez al recordar ese momento.
Me di la media vuelta y al salir de la oficina, estuve a punto de besar la tierra.
Había yo sido aceptado como elegible para obtener la visa de trabajo por la cual tanto había llorado.
Mis amigos de cuarto estaban afuera esperándome y al verne con los ojos rojos y con residuos de lágrimas, me preguntaron que había pasado, casi no podía hablar de la emoción, pero alcance a decirles que sí me la habían dado.
Mire a mi alrededor y había otras personas tambien muy alegres y vi a un muchacho que estaba muy triste...
Me acerque despacio y pude escuchar que comentaban que le habian negado la Visa.
Asi que al regresar al hotel, organice todo para que los compañeros y yo le dieramos dinero para su regreso, para que pagara lo que había conseguido y para su comida, pues yo había pasado por esa misma situación un año atrás y sabía lo que se sentía.
Algunos compañeros no quisieron apoyarlo, otros fueron muy generosos y entre todos le ayudamos.
Pues ya más tranquilos y sabiendo que nos habían dado la visa, fuimos a comer y yo fui a pasear un rato por el centro de Nuevo Laredo.
Al siguiente día, estaba otro autobús afuera del hotel y nos dijeron que nos subieramos porque ese era el que iba a llevarnos hasta donde íbamos a empezar nuestro trabajo con la compañía a la cual nos habían enviado...
Subimos nuestro equipaje y nuestras esperanzas. Ese era el inicio de otra etapa en nuestras vidas, esa era la luz al final del túnel, era la solución de nuestros problemas...
EN EL SIGUIENTE EPISODIO, les contare sobre nuestro viaje y la llegada a la feria con nuestros patrones...
Gracias por leer mis aventuras. Espero que algo de todo esto pueda servirle en su vida o en la de alguien más.
Sera como siempre un honor poder leer sus comentarios aquí abajito.
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