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Reynosa, Tamaulipas. - Conociendo el centro de la ciudad - Mole con Arroz...

Hola a todas y todos quienes siguen de cerca uno a uno los capítulos del Reportero Sin Fronteras en esta nueva odisea por el norte de México. Gracias por leer mis aventuras y el día de hoy quiero recrear sus pulipas con una serie de fotos que tomé durante mi visita por el centro de Reynosa Tamaulipas.

ESTO FUE EL PASADO Día jueves 2 de noviembre aprovechando que fue mi día de descanso en el Restaurante Sirloin Stokade donde trabajaba, decidimos con mi amigo irnos de vagos por el centro a ver qué veíamos, qué encontrábamos, qué hacíamos y qué nos comíamos...

SALIMOS DE LA CASA DE MI AMIGO A BUENA HORA, QUIZÁS como a las 11 de la mañana después de almorzar bien rico una carnita de res con cebolla y frijoles refritos...
UNA VEZ QUE almorzamos, caminamos como 3 kilómetros para tomar el autobús que nos dejaría en el centro de la ciudad.

Tras 30 minutos aproximadamente, llegamos a lo que es el corazón de Reynosa, un lugar bonito donde se encuentra la Catedral de la Virgen de Guadalupe, Patrona de la ciudad, un parque, un kiosko, una plaza, un corredor comercial, un mercado y algunas tiendas...

Pero es mejor que ustedes vean las fotos para que tengan una idea más clara de lo que pueden encontrar al visitar la ciudad de Reynosa en su región centro.

DISFRUTEN LAS FOTOS...

Interior de la Catedral de la Virgen de Guadalupe
Vista panorámica tomada desde el exterior de la Catedral
Panorámica del centro de Reynosa
Corredor comercial en el centro de Reynosa
Entrada al Mercado Zaragoza
Ropa artesanal en el Mercado
Información sobre el Mercado
El famoso restaurante La Estrella en Reynosa
Lo que queda del Huachinango
PUES BIEN, una vez que recorrimos sin prisa, pero sin pausa el centro de la ciudad, fuimos a visitar a un amigo de mi amigo quien tiene una taquería a unas cuantas cuadras del centro.

Muy amable Lorenzo nos invitó algo de tomar, yo elegí un agua de jamaica de 1 litro y mi amigo una coca bien fría.

Luego de charlar un poco con él, nos invitó un plato de mole con arroz pues era el día 2 de noviembre, Día de Muertos o Todos Santos y por azares del destino también nos tocó parte de la ofrenda.

COMIMOS MUY RICO y aproveché para pedirle permiso y tomar una foto de su altar que lucía hermoso con mucha comida, postres, cervezas, velas y flores...
CHARLAMOS UN POCO MÁS y nos despedimos para regresar a casa...

Eso es todo lo que contiene este capítulo que más que otra cosa ha intentado y espero que haya logrado de cierta manera darle a usted una probadita de lo que puede ver en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas.

ESPERO QUE HAYA DISFRUTADO esta visita virtual y le invito a leer muy pronto un capítulo más.

Gracias!

Saludos en la distancia.

CAPÍTULO ANTERIOR
El trabajo del Restaurante - Debut y Despedida - Gracias Mireya, gracias Don Óscar...

Proyecto "FRONTERA", el problema no es caerse, sino levantarse...


TEMPORADA 4, CAPÍTULO 1 (T4C1)
ANTES DE EMPEZAR A CONTARLES SOBRE MI NUEVA ODISEA, quiero hacerles llegar a quienes me leen, un abrazo y un afectuoso saludo hasta donde se encuentren. Deseo de verdad que todos estén bien y que esta historia que hoy comienza, pueda servirles de algo en sus vidas y en las de quienes les rodean. Que sirva mi narrativa de ejemplo para tomar de ahí lo que mejor convenga a sus propios intereses. Que sirva como referencia para que usted valore lo que tiene y se de cuenta que hay quienes realmente están pasando por momentos muy críticos y que aún así no se rinden, sino al contrario, están dispuestos a ir más allá en la búsqueda de soluciones.

UNA VEZ HECHA LA INTRODUCCIÓN, quiero compartir con ustedes la decisión que he tomado de salir nuevamente de casa para ir en busca de nuevas oportunidades...
ME SIENTO MUY MAL POR DEJAR A MI FAMILIA, pero me reconforta el comprender que es por ellos por quienes lo hago.

Como recordarán, hace unos meses intenté ir a trabajar a los Estados Unidos por contrato y con papeles a las ferias, pero el haber estado en Canadá afectó mi estatus migratorio y no me dieron la visa.

SIENDO ASÍ, ESTUVE TODO ESTE TIEMPO en casa tratando de ir sobreviviendo con mi familia, pero al paso de los días lo único que he logrado ha sido endeudarme más y más llegando a un punto en el que nadie quiere darme crédito porque no puedo pagarles pronto.

Le debo a todas las tiendas de mi comunidad y también a varios vecinos que al ver mi situación me han prestado diversas cantidades creyendo que así me estaban ayudando.

Y sí por una parte, pero no por otra...

El conseguir dinero prestado, me estaba volviendo inútil. Me estaba encerrando en un círculo vicioso del cual lejos de salir, me estaba enterrando más.

Cuando me llegaba algo de dinero de algún trabajo, abonaba un poco a quienes les debía y al poco tiempo volvía a pedirles más.

Mi deuda se hacía cada vez más grande e imposible de pagar.

Y así pasó por meses hasta llegar este momento crucial en donde tengo que decidir si continuar aumentando mi deuda o quiero salir de ella trabajando en otro lugar. Lejos de casa, lejos de mi familia, pero donde pueda salir adelante bajo otro cielo, respirando nuevos aires y mirando otros horizontes...

TENGO UN GRAN AMIGO con el que crecimos juntos en la misma comunidad, alguna vez compartimos una pequeña habitación en la ciudad de Xalapa donde ambos trabajábamos. Luego él se fue al norte del país con otro amigo y yo me quedé por más tiempo en la ciudad.

HACE POCO LO ENCONTRÉ EN EL FACE Y ME DIJO QUE LE HA IDO BIEN, tiene trabajo y tiene donde vivir...

AL PRINCIPIO y por curiosidad, le dije que si habría donde él está alguna oportunidad para mi, que me estaba yendo mal, que me había estancadoy que no sabía yo qué hacer.

LE DIO GUSTO VOLVER A SABER DE MI y de inmediato me dijo que contara con él. Que podría buscarme algún trabajo y podía quedarme donde él vive por algún tiempo mientras yo me estabilizaba y conocía la ciudad. Le agradecí su disponibilidad y buena voluntad para ayudar a su pobre amigo que ahora estaba volando bajo sin dinero y con muchas cuentas que pagar. Lo pensé una vez, lo pensé dos y lo pensé como cien...

Necesitaba hacer algo, pero no tan rápido. (Bueno, en realidad sí) Necesitaba salir de esta situación, pero no tan lejos. Quería y no quería.

Pensé en tantas cosas... En el tiempo que cada día pasaba con mi esposa y mis hijos compartiendo un plato de sopa, de arroz o frijoles. Comiendo carne aunque sea una vez por semana, pero así éramos felices. (Bueno, no mucho). Por momentos nos entraba una profunda desesperación. Pasaba más cuando mi esposa iba a la tienda a pedir unos huevos fiados (prestados, a crédito) y no se los querían dar. Llegaba muy enojada y me decía que ya no soportaba esa situación, que se iría ella a trabajar para no pasar por esas amargas experiencias de seguir debiendo más. Decía que estaba cansada de todo eso, de que la gente hablara de nosotros, que fuéramos los protagonistas del chisme del día, de la semana, del mes. Quienes han vivido en alguna pequeña comunidad rural saben cómo son las cosas ahí. No hay nada que pueda ocultarse.

Incluso llegó un instante en el que fui a hablar con los dueños de las tiendas para decirles que no fueran tan duros, que comprendieran nuestra situación y que tuvieran paciencia para esperar a que tuviéramos algo de dinero para pagarles o mínimo abonarles. Les dije que no pusieran esas caras tan feas cuando íbamos a pedirles algo para comer porque en verdad lo necesitábamos... Y que no lo estábamos pidiendo regalado. Fueron en vano mis súplicas pues ya toda la comunidad sabía que le debíamos hasta al tortillero que nos dejaba un kilo diario para los 4. Mas tarde entendí que no era su culpa, ellos no tenían por qué resolver mis problemas...

Cada día que pasaba la situación se tornaba más tensa y desesperante y mi personalidad machista no estaba dispuesta a aceptar que mi mujer se fuera a trabajar y que yo me quedara de niñero. Yo siempre decía que antes vendía mis únicos zapatos buenos que permitir que mi esposa fuera a trabajar para mantenernos. Crecí bajo la idea de que siempre es el hombre el que debe responsabilizarse por los gastos familiares, el que da la cara, el que manda y el que de cualquier forma tendrá que salir adelante con su familia.

Así me enseñó mi madre y creo que no es tiempo de cambiar mis modales...

ENTONCES, me pasé varias horas por la noche dándole vueltas a esta gran oportunidad... Busqué un plan B, un plan C, pero no encontré.

La posibilidad de poder trabajar y lograr una estabilidad económica, estaba ante mis ojos y no la quería dejar escapar.

ERA POR ELLOS, era por mi...

Así que hablé con mi amigo y le dije: Ya lo decidí, ¡Voy para allá!

Se puso feliz de saber que el destino volvería a unirnos y me dijo que allá me esperaba, en el norte, en la frontera, en Reynosa Tamaulipas.

Una ciudad que hace más de 25 años tuve oportunidad de visitar, una ciudad con muchas oportunidades y el lugar en el que quiero depositar mi fe y toda mi esperanza.

Y como dice mi amigo, trabajando nada te va a faltar...

Así que en nombre de Dios, mañana miércoles 25 de octubre saldré de mi tierra para reunirme con mi amigo y empezar una nueva historia...

Ya les estaré contando cómo va todo a través de este mismo espacio.

Espero tener buena suerte y que pronto cambie mi terrible situación económica.

Amén.

Para el hombre honrado, las deudas son una amarga esclavitud.
-Proverbio Japonés

*Si usted desea dejarme algún mensaje, nota, sugerencia o pregunta, puede utilizar la cajita de Facebook que he colocado aquí abajito o dar click donde dice "Comentarios". Gracias.

La historia de los cubanos varados en Nuevo Laredo Tamaulipas y el Puente Internacional

Para quienes siguen de cerca mi odisea de viajar a los Estados Unidos para trabajar y pagar mis deudas, recordarán que en el capítulo anterior les dije que hoy iríamos al centro de atención a solicitantes (CAS) para que nos tomaran las huellas digitales y unas fotografías como parte de los trámites que estamos realizando en aras de conseguir nuestra visa de trabajo y poder empezar nuestra gira por los carnavales (ferias) que cada empresa realiza año con año a través de diversos estados de la Unión Americana.

Siendo así, hoy a las 5:15 de la mañana fueron por nosotros al hotel donde nos hospedamos y empezaron a transportarnos en camionetas hacia las oficinas del CAS donde hicimos una sola fila muy larga pues somos en total más de 250 personas de las cuales aproximadamente 50 son mujeres...

Me llama la atención ver la hermandad que existe entre todos, se ayudan, se aconsejan, recuerdan sus historias, comparten cigarrillos, comida, bebidas, carcajadas y sonrisas.

Y siempre están dispuestos a ayudar a los nuevos con algunos consejos, datos, respuestas y sugerencias sobre qué hacer para que todo salga bien y consigamos nuestra visa.

Se nos ha dicho que en todo momento seamos sinceros, que seamos organizados, limpios y amables. Que no salgamos de noche, que cuidemos nuestro dinero y nuestras pertenencias personales, que no hablemos con personas desconocidas y que siempre andemos acompañados.

Queda claro que esas recomendaciones se deben obviamente a la inseguridad que impera en la zona fronteriza y en gran parte del territorio mexicano.

Sin embargo y hasta ahora, todo ha ido muy bien pues la gente siempre está disponible para ayudar y se respira un aire de libertad y seguridad.

A las 7:00 am abrieron las oficinas y fuimos llamados en grupos de 3 personas para entrar, nos formaron sentados en sillas e íbamos avanzando poco a poco hacia las 7 ventanillas de atención.

Al llegar, nos pidieron el pasaporte que previamente nos habían entregado junto con una hoja que contenía la cita para presentarnos ahí, nos preguntaron nuestro nombre, nos tomaron una foto y nos tomaron huellas de los dedos de ambas manos.

Luego nos devolvieron el pasaporte, la hoja de la cita y nos dieron una pequeña tarjeta con información referente a cómo quejarnos si recibimos un maltrato en nuestro trabajo o si necesitamos realizar algún cambio.

Saliendo de las oficinas, fuimos a entregar el pasaporte con nuestro representante y nos dijo que por hoy eso sería todo y que mañana martes habría una reunión a las 5 de la tarde en nuestro hotel.

Sabiendo que teníamos todo el día disponible, aproveché para preguntar si podía salir a turistear un poco por la ciudad a lo que me respondieron que sí podía hacerlo teniendo cuidado y siendo siempre muy respetuoso con todos para evitar algún contratiempo que pudiera poner en riesgo nuestros trámites para la obtención de la visa.

Entonces compré un café, unos burritos de papa y jamón con tortilla de harina, desayuné y regresé al hotel.

Al llegar ahí, invité a mis compañeros a ir conmigo pero no quisieron salir...

Ante la negativa, me lavé los dientes, tomé mi bolso con algo de dinero, mi identificación y mi celular y agarré calle.

Aventurero como siempre, no podía dejar pasar esta oportunidad para pasear un poco, conocer otras personas, ir al centro y por qué no, ir también al Puente Internacional.


Cuando regresaba del Puente Internacional, pasé al parque central de Nuevo Laredo donde me llamó la atención ver a muchas personas que al principio creí que eran de Puerto Rico o República Dominicana, pero que al escuchar mejor su acento noté que eran cubanos.

Me senté en una banquita donde había una pareja y así como así empezamos a charlar...

Resulta que todos ellos están ahí varados desde que Obama vetara la política "pies secos, pies mojados".

La política de «pies secos, pies mojados» (en inglés, «wet feet, dry feet policy») fue el nombre dado a una política del gobierno de los Estados Unidos sobre la inmigración cubana en su país, que fue consecuencia de la revisión de 1995 de la Ley de Ajuste Cubano. Consistía en permitir el ingreso de inmigrantes provenientes de la isla solo si han pisado la costa estadounidense. Fue terminada por la administración Obama el 12 de enero de 2017.

Como resultado de este cambio en las leyes, cientos de cubanos que habían salido de su país en la búsqueda de encontrar mejores oportunidades en USA se encontraron con la mala noticia de que la frontera estaba cerrada.

Aquí en el parque de Nuevo Laredo, vi a un grupo de más de 100 cubanos entre los cuales se encuentran parejas, familias completas con niños y varios de ellos que viajan solos.

Hablando largo y tendido con uno de ellos, me dio a conocer la forma en que vive la mayoría de la gente en Cuba, un país controlado por el gobierno y donde prácticamente no puede moverse un dedo sin la autorización de quienes administran los servicios gubernamentales, no hay libertad de expresión, hay 3 periódicos de circulación nacional bajo el control del partido comunista, hay plazas con acceso a internet vía wifi, que sólo pueden utilizarse con tarjetas prepagadas a un costo de 2 dólares americanos por hora cuando el salario promedio en Cuba es de 25 dólares al mes...


Me dolió ver a toda esa gente en espera de algún cambio por parte del actual Presidente Donald Trump, me dolió ver que toda esta gente la está pasando mal porque ya llevan más de 1 mes aquí sin dinero, sin trabajo y sobreviviendo sólo con lo que la iglesia local les da (desayuno, cena, un lugar para dormir y dónde bañarse).


De igual forma, mi amigo me comentó que la organización "Cubanos sin Fronteras" les está haciendo llegar algunos donativos y ropa sobre todo para los niños que acompañan a este grupo de personas.

De mi parte, quise colaborar con algunos de ellos comprándoles agua, postres y yogur para los niños...

Muy lamentable la situación sobre todo para niños como Aarón que ya todos en el grupo lo adoran y se consideran parte de su familia. Hasta yo no dejé pasar la oportunidad de tomarme una foto con él. Un niño con carisma, risueño y alegre que a su año y medio ya sueña con ser famoso en You Tube...

Me contaron incluso de un caso de una chica cubana que dio a luz en el Puente Internacional y solicitó el asilo. Su caso fue turnado a la corte y es muy probable que la pasen por haber tenido ahí su bebé.

Quedé sorprendido al saber que la mayoría de los cubanos que han salido de su país para intentar entrar a los Estados Unidos, llegan a Centroamérica y de ahí empiezan su recorrido cruzando varios países hasta llegar a México y de ahí a la frontera con USA. Un largo, tedioso y peligroso peregrinar durante el cual pasan por muchas cosas... Hay quienes incluso se quedan en alguno de esos países un tiempo a trabajar para tener algo de dinero y continuar su travesía, hay otros que se van a Brasil, a Guatemala, a Belice, El Salvador, Samoa, Etc. mi amigo dice que su viaje a la frontera les lleva en promedio un mes y yo recordé lo cansado que llegué tras 18 horas de viaje desde mi pueblo hasta Nuevo Laredo.

No hay duda que en el mundo hay tanta gente que sufre mucho más que nosotros, pero no son tan cobardes como a veces nosotros sí lo somos...

Después de todo, me familiaricé con ellos y comprendí que tanto ellos como yo estamos luchando por lo mismo; cruzar la frontera para trabajar y buscar el bienestar de nuestras familias...

Que Dios nos bendiga a todos y que pronto alcancemos lo que tanto anhelamos...

Por ahora eso es todo lo que quería contarles, iré por ahí a seguir paseando un rato y regresaré más tarde al hotel para descansar y seguir en espera de los trámites reglamentarios.

Hasta pronto...

-José Luis