BUSCADOR DE FOTO REPORTAJES

El trabajo, los papeles, el seguro social, trámites en la ciudad y un ángel en mi destino...

HOLA A TODAS Y TODOS !!

COMENZARÉ este capítulo recordándoles que en el episodio anterior les dije que iba camino al trabajo de mi amigo, donde él vería la posibilidad de que hubiera algo para mi en ese lugar...

Cruzamos despacio el enorme estacionamiento del restaurante y avanzamos hacia la parte trasera del establecimiento. Mi amigo entraba a las 9 de la mañana y llegamos ahí a las 8:30. A esa hora, ya había ahí algunas personas que trabajaban ahí esperando su hora para entrar. Chicas y chicos jóvenes de no más de 25 años charlaban amenamente entre sí...

Al llegar con ellos mi amigo me presentó como su primo y con un saludo raro de palma y puño nos fuimos saludando con todos. Uno de ellos sacó un recipiente con cigarros y nos invitó uno... La mañana estaba fresca y no opusimos resistencia... Entre bocanadas de humo, charlas y risas seguíamos esperando para tocar la puerta trasera del restaurante y entrar a un sitio desconocido donde la inceridumbre no me dejaba estar tan tranquilo pese a la nicotina del cigarro que le estaba metiendo mi cuerpo en ese momento.

A las 8:50 nos acercamos a la puerta y alguien de ellos tocó fuerte...

A la segunda vez que llamó, salió una chica sonriente y saludándola todos, iban entrando.

Mi amigo se quedó al final conmigo para hablar con ella.

Ella era Mireya, la encargada del personal y la charla empezó así...

Mi amigo: -Buenos días Mireya, te presento a mi primo José, él viene a ver si tendrás trabajo. Acaba de llegar aquí a Reynosa ayer y está buscando una oportunidad laboral.

Mireya: Ok, mucho gusto, trae solicitud de empleo?

Yo: Hola! No. No traigo solicitud.

Mireya: Ok pasa a la oficina para hablar.

Mi amigo le dio las gracias y siguió hacia adentro para iniciar su rutina.

A tres pasos, volteó y me hizo una señal de buena suerte levantando el pulgar derecho.

Entré a la oficina, me senté a un lado de Mireya y me dio una solicitud y un bolígrafo para que la llenara.

Me dijo que podía hacerlo en una mesa al interior del restaurante y me acompañó cruzando un largo pasillo donde ya estaban los empleados preparando todas sus áreas para abrir a las 12 del día. Eran las 9:15 y ahí estaba yo llenando la solicitud y mirando de vez en vez hacia alrededor. Todo era nuevo para mi, las elegantes áreas para comer alfombradas, las mesas y sillas de madera con herrería, las cien lámparas decorativas que colgaban del techo, los enormes vitrales, la zona del bufette, la parrilla, la zona de postres, el área de comida china, las sopas, las alitas, las cajas, la entrada y la salida...

Me tomé las cosas con calma, respiré profundo y seguí llenando la solicitud...

Algunos minutos después, terminé y me levanté de la silla en señal de estar listo para el siguiente paso.

A no más de 20 metros de mi, estaba quien supe después que era el gerente general hablando con Mireya, me miró y caminó despacio hacia mi. Buenos días me dijo, mientras me invitaba a sentarme otra vez. Buenos días señor, le contesté mientras le entregaba la solicitud.

La miró un par de minutos y empezó a hacerme algunas preguntas...

Qué tiempo tienes en Reynosa? Respuesta: 1 día señor.
De qué lugar vienes? Respuesta: de Veracruz señor.
A qué te dedicabas allá? Respuesta: No estaba trabajando últimamente
Por qué decidiste venir aquí a trabajar? Respuesta: Porque estoy atravesando por una difícil situación económica y tengo algunas deudas que pagar en el lugar donde vivo.
Sabes algo sobre trabajar en restaurantes? Respuesta: No señor.
Cuáles son tus habilidades? Bueno, soy diseñador gráfico, Diseñador web, fotógrafo, publicista, tengo conocimientos de ofimática trabajando con cualquier herramienta de oficina como computadoras, laptops, tablets, impresoras, escáners, atención al cliente, relaciones sociales, recursos humanos, hablo Inglés, se escribirlo, leerlo, Etc.

El gerente se me quedó mirando por más de 2 minutos pensativo mientras apoyaba su mano izquierda sobre su barbilla y movía su cabeza lentamente de arriba hacia abajo...

Yo pensé, ya valió ma&r3$#"$%% !!!

Luego me dijo: Ok pues lo que yo puedo ofrecerte es un trabajo en la zona de parrilla y plancha, ahí mismo donde está tu primo y será él quien te vaya capacitando poco a poco...

Luego, me dijo que QUIZÁS a mediados de noviembre podrían prepararme para quedarme en lugar de Mireya en el área de recursos humanos donde también se realizan otro tipo de trabajos relacionados con la administración.

No le creí mucho esa parte, pero le dije: Gracias señor, será un honor poder servirle.

Entonces llamó a Mireya y le dijo lo siguiente: Mira, José tiene conocimientos de oficina y sabe trabajar con cualquier herramienta relacionada con todo esto, él podría quedarse en tu lugar más adelante porque tú pasarás a ser mi asistente.

Ella se me quedó mirando fijamente como 1 minuto y asintió con la cabeza.

No se, pero se me hizo rara esa propuesta y sólo me limité a darles mi agradecimiento y decirles que estaba listo para cualquier tarea que me encomendaran.

Entonces se levantó el gerente, Mireya estaba de pie, yo también me levanté y el gerente me dijo que fuera con ella a la oficina para ver lo de los papeles que tenía que darle. Luego se fue no sin antes decirme: Bienvenido al equipo.

Gracias señor le contesté y me fui con Mireya...

LOS PAPELES, LOS TRÁMITES Y UN MILAGRO

AL LLEGAR A LA OFICINA, me dijo Mireya que pasara y me sentara en una silla que estaba al fondo. Me acaba de sentar cuando me dijo que le diera la copia de mi seguro social.

A lo que le contesté que no tenía ni sabía que era eso. Entonces me dijo: Si no traes o no tienes seguro social, no puedo registrarte en la base de empleados y no podrás trabajar con nosotros. Los documentos son necesarios e indispensables. Entonces le pregunté que dónde podía obtener ese documento y me dijo que fuera a la oficina del Seguro Social a tramitarlo. Me dio instrucciones sobre cómo llegar y me encaminó hacia la puerta trasera. Me dijo que en cuanto tuviera ese documento y los demás como eran comprobante de domicilio, identificación y curp regresara para continuar con el registro. Le di las gracias y salí de ahí...

SALÍ A LA AVENIDA Y caminé por más de 20 minutos. Al no encontrar ninguna oficina del Seguro Social, pregunté a algunas personas y me dijeron que era del lado contrario y que estaba muy lejos.

NO LO PODÍA CREER, me había equivocado de sentido. No supe interpreter las señales que me había dicho Mireya caminé hacia otro lado. Muy cansado, pregunté varias veces más para tener mayor certeza y nadie sabía decirme. Luego de varios intentos, pasé a una papelería a sacar algunas copias y volví a preguntar sobre las oficinas para tramitar mi seguro social.

La dueña me dijo que tomara un camión que dijera Seguro Social y que pasando un puente así y asao y cerca de una plaza y unas tiendas y bla, bla, bla ahí vería del lado izquierdo el edificio del Seguro.

Así lo hice y al poco tiempo pasó la pesera, aunque leí en el parabrisas antes de subirme, le volví a preguntar si pasaba por el seguro y me dijo que sí.

Luego de unos 15 minutos pude ver las oficinas. Me bajé y crucé con cuidado la avenida. Cientos de coches y camionetas pasaban muy veloces y me recordaron mis tiempos en la CDMX. Pero bueno, esa es otra historia...

Llegué al edificio, pregunté al guardia dónde podía tramitar mi seguro y me indicó a la oficina que debía ir. Al llegar pasé al módulo de información donde la señorita amablemente me preguntó sobre el trámite que iba a realizar. Le dijo que en un trabajo me pedía mi seguro social pero que yo no sabía si lo tenía o no. Me dijo que para tramitarlo necesitaba el acta de nacimiento original entre otros documentos de los cuales sí llevaba copias. Le dije que no llevaba conmigo el acta en original solo en copia y me dijo que primero pasara a la ventanilla con un turno para una búsqueda por si acaso ya lo tenía.

Una vez que me tocó pasar, le entregué al joven un pequeño papel que me había dado la chica del módulo y empezó a teclear en su computadora, lo intentó como 5 veces de distintas formas y me dijo que yo no estaba registrado, que debía realizar el trámite por primera vez...

Entonces le dije que si era muy necesaria el acta en original porque solo llevaba copias. Me dijo que sí. Le dije que yo era nacido en la CDMX y que no tenía yo forma en ese momento de mandar a traer una o regresar por ella porque había ido en la búsqueda de un trabajo, que debía mucho dinero, que en las tiendas ya no me querían fiar, que me veían feo para prestarme, que acaba de llegar a Reynosa el día anterior, que sólo traía una mochila con algunas prendas y un montón de penas, que ya me habían dado el trabajo, pero querían el seguro y que bla, bla, bla...

Bueno en realidad no le dije todo eso, pero sí el final.

Me miró y me dijo, no se preocupe amigo, vaya a las oficinas del registro civil en la Morelos y pida que le impriman una copia certificada de su acta de nacimiento. Ah, muy bien le dije y cómo llego ahí?

Cruzas la calle, tomas un camión que diga Juárez 3, Juárez 5, ETC. Le di las gracias al joven y empecé a caminar para ir en busca de obtener mi acta.

Al poco tiempo llegó el camión, confirmé que pasara por el registro civil y me subí. Pasados unos 8 minutos llegamos, entré y solicité la información. Un señor que estaba en el módulo me mandó con una señora hacia un rincón donde había un letrero que decía Copias de Actas Foráneas $226 Creo que era todo lo que llevaba, pero ese documento era indispensable y estaba dispuesto a tirar toda la carne al asador. Sí claro, incluso antes de entrar a trabajar como cocinero en la parrilla.

Humor negro aparte, me dirigí con la señora de aproximadamente 70 años y me hizo algunas preguntas. Me buscó en su base de datos de varias formas y no me encontró. Le dije que si había otra forma de obtener mi acta original y me dijo que debía viajar a México a donde me registraron o que si tenía alguien que viviera allá que me la mandara por paquetería. Le di las gracias y salí de ahí cabizbajo, triste y casi llorando... Ya me habían dicho que sin ese requisito no me podían tramitar mi seguro social. Y yo sabía que sin mi seguro social no me podían registrar en la lista de empleados del restaurante y por lo tanto no podría trabajar.

Iba yo caminando por los pasillos del registro civil con pasos lentos y pensando: Esto ya valió mad#$&%/ !!

Así iba cuando choqué con una señora de aproximadamente 40 años. Se me quedó mirando y me preguntó: Vino usted a realizar algún trámite? Así como yo iba de triste y enojado, casi le contestaba: No vieja burra, vine a la fiesta de XV años de mi sobrina, pero creo que ya se acabó porque no encontré a ningún conocido... Jajajajajajaja Me le quedé mirando y ella también, luego me calmé y le dije que sí, que había venido a tramitar una copia de mi acta de nacimiento, bla, bla, bla... Entonces me dijo, no se preocupe joven, si ya fue del otro lado y no le dieron solución, aún hay algo que se puede hacer...

Soy la oficial del Registro Civil y estoy para ayudarle...
Pa' su mecha pensé casi que me caso con ella...

Me llevó a una sala de espera y me dijo que pasara después de una señora que estaba ahí.

A los 5 minutos me tocó el turno y le expliqué todo a la chica que me estaba atendiendo.

Busco de otras formas más avanzadas, pero no me encontró. Lo que sí logró obtener fue más datos sobre el libro, la foja, fechas, folios, Etc.

Entonces me dijo, le voy a dar unos números telefónicos donde usted tendrá que llamar para solicitar que suban su acta a la base de datos y nosotros podamos imprimirla. También puede usted hacer su trámite por Internet en la página de Facebook del Registro Civil de México. Dijo que una vez que llamara o me pusiera en contacto de alguna forma, el acta estaría disponible en 3 días hábiles. Era viernes y dije entre mí, ya me llevó la ching#$#"/& !!!

Le di las gracias y empecé a llamar desde mi celular. Lo que me faltaba, se me acabó el pinche saldo y tuve que salir a buscar donde me hicieran una recarga. Seguí intentando y nunca me contestaron. Entré al Facebook, busqué la página del registro y no encontré cómo mandar imbox o publicar algo. Olvidé darle Like y no pude hacer nada.

Con tantos inconvenientes, pensé...

Ya no hay nada qué hacer, me regresaré mejor y seguiré tragando frijoles, huevos, tortillas con salsa, pidiendo fiado y aumentando mis deudas...

No, mejor no !!

Mejor iré con Mireya, le contaré lo sucedido y veré si hay otras opciones. Le diré que me de permiso de empezar a trabajar y que ya con calma le entregaba mis documentos.

Por todo lo sucedido, olvidé comprarme algo de comer, era medio día...

Llegué con Mireya y le expliqué cómo estaban las cosas.

Se me quedó mirando y me dijo que no podía aceptarme así porque dar de alta a un empleado era el requisito principal para empezar a trabajar. Sin embargo se me quedó mirando y casi puedo adivinar que pensó: Pobre vato, viene que no lo calienta ni el sol. Y sin comer para colmo pensé yo...

Pásale y siéntate me dijo mientras activaba su computadora.

Entonces nunca te haz registrado al Seguro Social, me preguntó.

No señorita, le contesté.

De inmediato se metió a la página del Seguro y empezó a realizar el tramité en línea por mi...

Me pidió al número de mi curp, mi correo electrónico y al cabo de unos 5 minutos, me entregó una hoja impresa con mi tarjeta del Seguro Social.

Luego imprimió otras hojas con información sobre el trabajo, el contrato, cláusulas, Etc.

Me dijo que llenara otros formatos y sonriente me dijo: Listo, estas dentro!

Le agradecí todo lo que hizo, me pasó hacia el área de ingreso, me entregó un cubre bocas y una cofia y me pasó a donde estaba mi amigo para empezar a trabajar...

Gracias a Dios, tenía yo trabajo!!!

Mireya ha sido el ángel que Jesús puso en mi camino y quien se ha convertido desde ahora en parte de mi destino.

Por ahora, terminaré este capítulo diciéndoles que de inmediato mi amigo me felicitó y empezó a capacitarme sobre lo que se debe hacer en esa área de parrilla donde se preparan ricos alimentos como: cortes americanos, brochetas, salsas, tacos tapatíos, tacos de cochinita pibil, spaguetti, hamburguesitas, pizzas, elotes hervidos, lasagna, tacos de chile relleno, papas en cuadros con chile en polvo, costillas en adobo, naturales y a la bbq, bisteces de res (steak), vegetales a la plancha y guarniciones para los platillos a la carta relacionados con los cortes.
Gracias por leerme y les adelanto que en el siguiente capítulo les contaré sobre lo que pasó con mi hambre y cómo van las cosas hasta la fecha actual. Por ahora sólo puedo decirles: Que tengan un memorable Día de Muertos y un Feliz Halloween.

Hasta pronto.

Mis primeras horas en Reynosa, los tamales gigantes, la ducha, la cena, el café, la charla y el asilo...

Temporada 4, Capítulo 3 (T4C1) {Ir al primer capítulo de esta temporada}

EMPEZARÉ EL TERCER CAPÍTULO DE ESTA HISTORIA saludando cordialmente a quienes me leen desde cualquier parte del mundo y deseándoles la mejor de las suertes en todos sus proyectos.

Para quienes siguen al pie de la letra esta nueva odisea que recién acabo de empezar donde por extrema necesidad tuve que abandonar mi casa y mi familia para ir en busca de oportunidades y sobre todo en busca de un trabajo que me permitiera pagar mis deudas y estabilizar mi situación financiera, quiero decirles que el paso número 1 está dado.

Buscar trabajo !!

LOS DETALLES DE LA LLEGADA

COMO RECORDARÁN, EL CAPÍTULO ANTERIOR LO CERRAMOS cuando llegó mi amigo por mi a la central de autobuses de la ciudad de Reynosa, fuimos a su casa a dejar mi mochila y de inmediato salimos a comprar algo de comer por las calles de la colonia donde él vive. Pasamos por varios puestos de comida y me llevó a uno donde vendían pollos asados. Pidió la mitad para que yo comiera, pero le dijeron que tendría que esperar 1 hora aproximadamente para que se cocieran bien. Volteó a verme y me preguntó que si esperábamos o si íbamos a otro lugar. Le dije que fuéramos a otra parte y me llevó a un lugar donde vendían supuestos "tamales veracruzanos". Compró dos y me dio la bolsa que sin mentirles, pesaba más de 1 kilo. Eran unos tamales enormes y una bolsita con salsa verde y otra con lechuga picada.

Pagó 34 pesos y salimos de ahí para su casa. Durante el trayecto, compramos una Coca de 1 litro para acompañar la comida y seguimos.

Llegamos y me dijo que subiéramos a la planta alta para ver cómo iba la obra en construcción del cuarto al que nos mudaríamos después porque la casa donde vive ahorita no es de él, sino de un gran amigo y ahí mismo vive también el hermano de este muchacho.

Y aunque me comentó que se llevan bien y que él vive en una recámara a un lado de la sala, dice que será mejor que estemos arriba donde podamos organizarnos bien para dormir y para cocinarnos.

Estando arriba, me dijo que si quería comer de una vez ahí y le dije que sí.

Abrí la bolsa de los tamales gigantes, destapé uno y me asusté. Era un tamal muy grande de verdad con mucha masa revuelta con chile y un trozo pequeño de carne. Le agregué un poco de salsa verde y empecé a comer. Sí, ahí, encima de residuos de cemento y cal, junto a las herramientas del albañil que ahí estaba en ese momento y me lo presentó mi amigo.

Julián me saludó muy atento y platicamos un poco mientras yo seguía comiendo...

Mi amigo fue por un vaso, le serví un poco de Coca y seguí comiendo.

Tenía yo mucha hambre, pero ni así me supieron buenos los "tamales veracruzanos"

Han hecho quedar mal a mi tierra con este invento raro. Los tamales que hace mi mamá y mi mujer tan deliciosos ellos, nada tienen qué ver de verdad con estos. Y se lo dije a mi amigo, porque suelo ser sincero. Él estuvo de acuerdo conmigo y me dijo que lo importante en ese momento era saciar mi hambre, que a él tampoco le gustaban mucho y que ya después me llevaría a comer a otro lugar...

Terminé de comer, me despedí de Julián y bajamos para ir a comprar unas cosas a una tienda Aurrerá que está a unas cuadras de su casa.

YA DURANTE EL CAMINO, LE DIJE NO TE ENOJES AMIGO, pero tú y yo nos conocemos desde escuincles (niños) y no te voy a echar mentiras. Me contestó que no me preocupara, que el sabía... Que su mamá también hace unos tamales muy ricos que hasta los dedos se chupa.

Entre risas y recuerdos seguimos caminando...

Llegamos a la Aurrerá, compramos unos frijoles de lata, un estropajo (zacate), una pasta dental y un cepillo de dientes.

Regresamos a su casa y me dijo que si me quería bañar, le dije que sí. Me regaló un jabón nuevo, me dio el estropajo y busqué mi ropa. El agua estaba templada y sentí que hasta descansé.

Cuando salí de la ducha, mi amigo ya había cocinado unas deliciosas chuletas a la mexicana y frijolitos refritos. Entonces yo calenté algunas tortillas en la estufa, serví los dos platos, preparé dos tazas de Nescafé descafeinado y nos dispusimos a cenar muy rico.

Luego de cenar, lavé todos los trastes que habíamos utilizado, me dio la clave de su Internet WiFi, me puse en contacto con mi familia y mientras, charlábamos de tantas cosas. Después de todo, teníamos que empezar a actualizarnos de todo lo que había pasado en más de 20 años sin vernos...

...Pues fíjate que la hija de Don Pedro, ya tiene 3 hijos, Don Juan ya se murió, el hijo mayor de Don Fulano se casó con la hija de doña Mengana y de nuestros amigos que teníamos en aquellos tiempos, casi todos se han ido a vivir a otros lugares y el hijo de... bla, bla, bla...

PUES CONTINUANDO, SUCEDE QUE MI AMIGO ESTÁ POR MUDARSE A LA PLANTA ALTA DE LA CASA donde vive y tiene sus cosas listas lo que da como resultado que su cama la tenga desarmada y él duerma en el sofá.

ENTONCES GENTILMENTE ME OFRECIÓ el otro sillón, pero le dije que sería mejor que me quedara en el piso, así podría estirarme cómodamente y dormir bien rico pues iba muy cansado por el viaje tan largo que recién acaba de hacer...

Abrimos la caja vacía de su Smart TV y ya teníamos unos cartones, me dio un cojín muy cómodo del otro sillón y unos edredones suaves y caí como piedra en un río... A los pocos minutos, empecé a roncar como marrano.

Al día siguiente, nos levantamos a las 6 de la mañana, nos bañamos, nos cambiamos y salimos hacia el lugar donde trabaja mi amigo para ver la posibilidad de que yo también entrara a trabajar ahí. Caminamos algunas cuadras hasta llegar a la parada del autobús. Esperamos algunos minutos y llegó el transporte. Nos subimos y 20 minutos después aproximadamente llegamos.

Cruzamos la avenida corriendo porque en esa zona no hay puentes peatonales y pasan muchos vehículos muy rápido. Sentí que me aplastaban, pero gracias a Dios no pasó nada...

Entonces mi amigo me señaló un restaurante muy bonito y me dijo que ahí trabajaba.

Él entraba a las 9 de la mañana y a esa hora hablaría con la persona encargada de la contratación del personal.

Me encomendé a Dios para que hubiera trabajo para mi y seguimos avanzando por el estacionamiento de ese lugar.

Pues hasta aquí termino este capítulo y si Dios quiere en otro momento les platico qué pasó con el trabajo...

Gracias por leerme. Saludos en la distancia.

Puede expresar sus comentarios, notas o sugerencias utilizando las vías disponibles aquí abajito.

Hasta pronto.

Mis sandalias han pisado suelo fronterizo, quería ir a Reynosa y la magia se hizo...

Temporada 3, Capítulo 2 (T3-C2) -Ver T1-C1 (El inicio)
Gracias a Dios, he llegado a mi destino...

Ataviado sólo con un par de chanclas de hule color negras y unos jeans viejos, es como estoy dando mis primeros pasos en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas.

Es la 1:30 de la tarde y luego de un largo viaje de más de 15 horas, estoy en el lugar en el que he depositado toda mi esperanza.

Mi amigo dijo que vendría por mi después de las 3 de la tarde, por lo cual iré a comer algo por ahí mientras espero.

SOBRE EL VIAJE

Salí de casa a las 3 de la tarde del día miércoles 25 de octubre, cargando una mochila con algunas prendas, un par de tenis y un montón de penas...

Quería llorar al despedirme de mi esposa y de mis hijos, pero detuve mis lágrimas. Supe ser fuerte ante una inesperada despedida. Quise mostrar que estaba contento, que estaría cerca, pero estoy lejos...

Mis hijos están muy acostumbrados a verme todos los días y todo el tiempo, se que será difícil acostumbrarnos a esto.

Sin embargo y como lo dije en el C1, lo hago por ellos...

Pues continuando con los detalles del viaje, sentí que todo estaba de mi lado...

No es común que los taxis pasen cerca de mi casa, pero justo cuando iba saliendo llegó una unidad y me llevó a la ciudad.

Al llegar ahí, arreglé algunos asuntos pendientes, puse una recarga a mi celular para estar todo el tiempo comunicado, compré dos chiles rellenos, un agua, y tomé un autobús hacia otra ciudad no muy lejana.

Luego de 30 minutos de viaje, llegamos a Martínez de la Torre y de inmediato compré unas galletas Emperador de chocolate y un boleto hacia la ciudad de Tuxpan de Rodríguez Cano. Fueron aproximadamente 4 horas lo que duró el recorrido por carreteras muy averiadas.

Dado que el autobús ADO gl en el iba viajando tenía como destino la ciudad de Matamoros, decidí bajarme en Tuxpan y comprar un boleto para Tampico en la misma unidad.

Lo hice también porque el próximo autobús desde Tuxpan a Reynosa saldría hasta las 7 de la mañana del jueves y dado que es un viaje de 10 horas, llegaría yo tarde para encontrarme con mi amigo a la hora que acordamos.

Fue así como después de otras 4 horas llegamos a Tampico, Tamaulipas a las 3:30 de la mañana.

De inmediato me dirigí a las taquillas para ver a qué hora saldría el próximo autobús a Reynosa y en la línea Transpaís me dijeron que hasta las 6:15 de la mañana y que el autobús hacía 7 horas aproximadamente en llegar.

Para el itinerario que llevaba estaba muy bien pues estaría yo arribando a Reynosa a la 1:30 de la tarde.

Sin embargo, quería llegar un poco antes para ir a comprar algo de comida (las galletas no habían servido de mucho para mi enorme panza) y busqué otras opciones en las demás compañías. En Transportes Frontera me dijeron que era probable que pasara un autobús a las 4:00 de la mañana, pero que no era seguro.

Muy amable la señorita que me atendió, me dijo que estuviera al pendiente y que ella me avisaría si llegaba la unidad.

Mientras esperaba, me puso a cargar mi celular junto a su computadora.

Pasadas las 4:00, me dijo que no habría corrida a esa hora y dándole las gracias me dirigí a la línea Traspaís para comprar el boleto de las 6:15.

Eran las 6:10 de la mañana cuando anunciaron mi salida.

Tomé mi mochila con varias prendas y un montón de penas y me encaminé hacia el andén...

Mi asiento estaba en el segundo piso de la unidad y había una buena vista; Los cargadores con sus diablillos, los sanitarios de cuota, los guardias de seguridad y varias personas.

A las 6:15 en punto, salimos de Tampico hacia Reynosa.

Apenas unos minutos y tomamos una buena carretera, nada qué ver con la zona de Martínez a Tampico.

Los asientos cómodos del autobús me invitaron a descansar, acomodé mi mochila con varias pren... Ok, ya chale con lo mismo!

Me recosté y traté de descansar un poco.

El viaje era largo, las ilusiones eran muchas...

Varias veces me quedaba mirando al infinito, las inmensas planicies, los campos de sorgo. Estaba amaneciendo, me sentía tan lejos y me ponía triste.

Luego me dormí un poco y tras 7 horas aproximadamente, empecé a ver las primeras casas de Reynosa, las fábricas, las empresas, las carreteras, entradas, salidas, las brechas, los autos, la gente...

Por fin estaba yo arribando a mi destino. Lo que pasaría a partir de ese momento era incierto, era un misterio, era inédito.

Luego de algunos minutos, llegamos a la central camionera, descendí despacio y quise besar esta tierra.

Caminé quedito por los pasillos, estaba emocionado...

Al poco tiempo llegó mi amigo y tomamos un taxi para su casa.

Llegamos, me invitó a comer, me di una ducha y salimos a pasear un rato por la ciudad.
Por el momento estoy muy feliz y conservo la esperanza de que mañana o pasado me lleve a donde él trabaja para ver la posibilidad de que haya algo también para mi.

Les seguiré informando.

Gracias por leerme.

Hasta pronto.

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Proyecto "FRONTERA", el problema no es caerse, sino levantarse...


TEMPORADA 4, CAPÍTULO 1 (T4C1)
ANTES DE EMPEZAR A CONTARLES SOBRE MI NUEVA ODISEA, quiero hacerles llegar a quienes me leen, un abrazo y un afectuoso saludo hasta donde se encuentren. Deseo de verdad que todos estén bien y que esta historia que hoy comienza, pueda servirles de algo en sus vidas y en las de quienes les rodean. Que sirva mi narrativa de ejemplo para tomar de ahí lo que mejor convenga a sus propios intereses. Que sirva como referencia para que usted valore lo que tiene y se de cuenta que hay quienes realmente están pasando por momentos muy críticos y que aún así no se rinden, sino al contrario, están dispuestos a ir más allá en la búsqueda de soluciones.

UNA VEZ HECHA LA INTRODUCCIÓN, quiero compartir con ustedes la decisión que he tomado de salir nuevamente de casa para ir en busca de nuevas oportunidades...
ME SIENTO MUY MAL POR DEJAR A MI FAMILIA, pero me reconforta el comprender que es por ellos por quienes lo hago.

Como recordarán, hace unos meses intenté ir a trabajar a los Estados Unidos por contrato y con papeles a las ferias, pero el haber estado en Canadá afectó mi estatus migratorio y no me dieron la visa.

SIENDO ASÍ, ESTUVE TODO ESTE TIEMPO en casa tratando de ir sobreviviendo con mi familia, pero al paso de los días lo único que he logrado ha sido endeudarme más y más llegando a un punto en el que nadie quiere darme crédito porque no puedo pagarles pronto.

Le debo a todas las tiendas de mi comunidad y también a varios vecinos que al ver mi situación me han prestado diversas cantidades creyendo que así me estaban ayudando.

Y sí por una parte, pero no por otra...

El conseguir dinero prestado, me estaba volviendo inútil. Me estaba encerrando en un círculo vicioso del cual lejos de salir, me estaba enterrando más.

Cuando me llegaba algo de dinero de algún trabajo, abonaba un poco a quienes les debía y al poco tiempo volvía a pedirles más.

Mi deuda se hacía cada vez más grande e imposible de pagar.

Y así pasó por meses hasta llegar este momento crucial en donde tengo que decidir si continuar aumentando mi deuda o quiero salir de ella trabajando en otro lugar. Lejos de casa, lejos de mi familia, pero donde pueda salir adelante bajo otro cielo, respirando nuevos aires y mirando otros horizontes...

TENGO UN GRAN AMIGO con el que crecimos juntos en la misma comunidad, alguna vez compartimos una pequeña habitación en la ciudad de Xalapa donde ambos trabajábamos. Luego él se fue al norte del país con otro amigo y yo me quedé por más tiempo en la ciudad.

HACE POCO LO ENCONTRÉ EN EL FACE Y ME DIJO QUE LE HA IDO BIEN, tiene trabajo y tiene donde vivir...

AL PRINCIPIO y por curiosidad, le dije que si habría donde él está alguna oportunidad para mi, que me estaba yendo mal, que me había estancadoy que no sabía yo qué hacer.

LE DIO GUSTO VOLVER A SABER DE MI y de inmediato me dijo que contara con él. Que podría buscarme algún trabajo y podía quedarme donde él vive por algún tiempo mientras yo me estabilizaba y conocía la ciudad. Le agradecí su disponibilidad y buena voluntad para ayudar a su pobre amigo que ahora estaba volando bajo sin dinero y con muchas cuentas que pagar. Lo pensé una vez, lo pensé dos y lo pensé como cien...

Necesitaba hacer algo, pero no tan rápido. (Bueno, en realidad sí) Necesitaba salir de esta situación, pero no tan lejos. Quería y no quería.

Pensé en tantas cosas... En el tiempo que cada día pasaba con mi esposa y mis hijos compartiendo un plato de sopa, de arroz o frijoles. Comiendo carne aunque sea una vez por semana, pero así éramos felices. (Bueno, no mucho). Por momentos nos entraba una profunda desesperación. Pasaba más cuando mi esposa iba a la tienda a pedir unos huevos fiados (prestados, a crédito) y no se los querían dar. Llegaba muy enojada y me decía que ya no soportaba esa situación, que se iría ella a trabajar para no pasar por esas amargas experiencias de seguir debiendo más. Decía que estaba cansada de todo eso, de que la gente hablara de nosotros, que fuéramos los protagonistas del chisme del día, de la semana, del mes. Quienes han vivido en alguna pequeña comunidad rural saben cómo son las cosas ahí. No hay nada que pueda ocultarse.

Incluso llegó un instante en el que fui a hablar con los dueños de las tiendas para decirles que no fueran tan duros, que comprendieran nuestra situación y que tuvieran paciencia para esperar a que tuviéramos algo de dinero para pagarles o mínimo abonarles. Les dije que no pusieran esas caras tan feas cuando íbamos a pedirles algo para comer porque en verdad lo necesitábamos... Y que no lo estábamos pidiendo regalado. Fueron en vano mis súplicas pues ya toda la comunidad sabía que le debíamos hasta al tortillero que nos dejaba un kilo diario para los 4. Mas tarde entendí que no era su culpa, ellos no tenían por qué resolver mis problemas...

Cada día que pasaba la situación se tornaba más tensa y desesperante y mi personalidad machista no estaba dispuesta a aceptar que mi mujer se fuera a trabajar y que yo me quedara de niñero. Yo siempre decía que antes vendía mis únicos zapatos buenos que permitir que mi esposa fuera a trabajar para mantenernos. Crecí bajo la idea de que siempre es el hombre el que debe responsabilizarse por los gastos familiares, el que da la cara, el que manda y el que de cualquier forma tendrá que salir adelante con su familia.

Así me enseñó mi madre y creo que no es tiempo de cambiar mis modales...

ENTONCES, me pasé varias horas por la noche dándole vueltas a esta gran oportunidad... Busqué un plan B, un plan C, pero no encontré.

La posibilidad de poder trabajar y lograr una estabilidad económica, estaba ante mis ojos y no la quería dejar escapar.

ERA POR ELLOS, era por mi...

Así que hablé con mi amigo y le dije: Ya lo decidí, ¡Voy para allá!

Se puso feliz de saber que el destino volvería a unirnos y me dijo que allá me esperaba, en el norte, en la frontera, en Reynosa Tamaulipas.

Una ciudad que hace más de 25 años tuve oportunidad de visitar, una ciudad con muchas oportunidades y el lugar en el que quiero depositar mi fe y toda mi esperanza.

Y como dice mi amigo, trabajando nada te va a faltar...

Así que en nombre de Dios, mañana miércoles 25 de octubre saldré de mi tierra para reunirme con mi amigo y empezar una nueva historia...

Ya les estaré contando cómo va todo a través de este mismo espacio.

Espero tener buena suerte y que pronto cambie mi terrible situación económica.

Amén.

Para el hombre honrado, las deudas son una amarga esclavitud.
-Proverbio Japonés

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